jueves, 24 de enero de 2008

Solidaridad con los camareros

El 1 de enero me prometí cambiar de vida y tarde 10 días en cumplir. Ahora soy camarero. Realmente soy periodista, sí, pero la oferta y la demanda son chicas con las que hay que coquetear. A veces te gusta la más guapa y acabas con la menos guapa. Y todo es tener novia para que te aborden las mujeres.

¿A dónde voy con esta metáfora cutre? Pues eso, que harto del paro me metí a camarero, trabajo que socialmente no parece deseable pero que, paradojas de la vida, elevan tu status social hasta convertirte en doblemente carismático y por diez veces más sexy. El mío es un pequeño restaurante-bar, pero con un gran ambiente joven, un gran ritmo de trabajo y una gran satisfacción -la mía- de trabajar a gusto y de sentirme tan útil. Y además, como os decía, es ahora cuando no hacen más que llegarme ofertas de periodismo. Ya sabía yo que, como manda la Ley de Murphy, nada más firmar un contrato, llegarían las ofertas.

En definitiva, estoy encantado con mi trabajo: horario, salario, personal, local... Pero si tuviera que ponerle un 'pero'...sería precisamente algo que no depende del bar en sí mismo: esa sub-raza de la clientela que nada más cruzar la puerta se convierten en pequeños dictadores. Te miran con alteza, te creen un ser inferior y con cierta incompetencia, no entienden que tardes porque además de su pedido hay 10 pedidos más, y creen que la mejor manera de quedar bien ante su pareja es convertirte en un sparring de sus comentarios supuestamente jocosos.

En fin, uno que ya está curado de espanto, pone su mejor cara, y lejos de devolver la misma moneda, intenta demostrar que quien mejor formas tiene es el que al final se queda más contento. Y mira que a veces es difícil, como cuando una pareja me pidió ayer la ensalada de rúcula, pasas, bacon y remolacha, pero sin rúcula ni pasas ni bacon y con un poco de tomate en lugar de todo eso. Y unos pinchos de solomillo con brie de vuelta y vuelta, pero con un brie que sea brie, y no el brie del otro día, porque aquello no era brie, era otra marca. Y tras volver loco al camarero, la Ley de Murphi regresa (cuando las cosas son complicadas, se pueden complicar más). El solomillo es de cerdo, no de vaca, y cocinado vuelta-vuelta no es tan agradable al paladar. La ensalada, además, incluye melocotón. Así que tras 5 minutos de haber tomado carta (los dos primeros en relatarle exhaustivamente tooodas las cervezas que tenemos para acabar pidiendo una caña de toda la vida), la pareja decide cambiar completamente su elección, por lo que debo avisar cuanto antes al cocinero de que pare el pedido. Ahora quieren nuevas cosas con nuevas indicaciones -una media de 2 o 3 apuntes por plato-, aunque finalmente, deciden que algunas cosas antes pedidas las quieren otra vez. Yo he tirado la nota, por lo que debo volver a preguntarle, a lo que sale la gran frase: "eres nuevo, verdad? se nota". Y allí donde pude haber dicho "Y usted es gilipollas, verdad? se nota", decidí dedicarles una gran sonrisa y comentar: "ahora mismo vuelvo". Y claro que volví, pero después de atender las otras 11 mesas llenas de gente normal, que esperaban con normalidad para pedir cosas normales.

También podría contaros la del matrimonio que me pidió sendos cafés americanos y a quienes se los tuve que retirar porque los querían sin cafeína -aspecto que por alguna extraña razón yo tenía que saber- y a quienes tras entregar nuevos cafés americanos sin cafeína, tuve que jurar y perjurar -discusión de casi minuto y medio- que realmente no llevaban cafeína, ya que el caballero y la señora creían que yo se la estaba jugando a modo de venganza por haber tenido que retirarles los cafés.

En finnnnn, siempre lo había oído sin aplicarlo realmente a mi vida, pero: "ahora que sé lo que es, no putearé nunca más a un camarero"...

1 comentario:

Iceman-xtrem dijo...

jeje! Y lo que te queda Jose. Pero en un bar es lo que hay. Aunque como te había dicho, y veo que lo estas viendo por ti mismo, se pasa bien y se liga más :p
Te lo pasas bien, ganas pasta, conoces gente, perreas... deberías haber empezado antes!!

Nada, que mucha suerte y a ver si te sale algo de periodista que te llene de verdad.

Taluego desde la tierruca!