viernes, 12 de octubre de 2007

'An Inconvenient Award'

Al Gore acaba de recibir el Premio Nobel de la Paz. Una de dos, o la Fundación Nobel ya no es lo que era, o nos estamos quedando sin personas buenas en el mundo.

Alguno puede pensar que, como la Fundación es privada, puede decir "yo con mi dinero, hago lo que quiero". Pero la selección de candidatos no depende de la Fundación, sino que son varias entidades independientes ubicadas en Suecia y Noruega las que tienen autoridad para proponer las candidaturas que, finalmente, sí son elegidas entre todos. Por tanto, debemos suponer que el agraciado lo es porque lo merece 'objetivamente'.

No obstante, creo que Al Gore no es la persona que más merece este premio. No digo que sea una mala persona -ni buena, porque no le conozco-, simplemente digo que...seguramente no sea el mejor candidato. Y me baso en que su único logro ha sido grabar un documental a favor de la protección del medioambiente (bueno, lo que es grabarlo lo habrá grabado un becario o algo, él sólo habrá puesto la idea y las pelas, imagino).

No voy a entrar en la polémica judicial acerca de que el documental exagera los posibles efectos del cambio climático pasándose por el forro los propios datos científicos de los 'verdes'. Por un lado, no está tan mal el uso algunas mentiras 'piadosas' a la par que alarmistas, a ver si los niños de los colegios donde se exhibe el documental espabilan, aunque por otro, sirve en bandeja un nuevo punto de crítica a los que no ven con buenos ojos el cuidado de la madre Tierra. En fin, no entraré en ello ni tampoco en la otra polémica, según la cual, la casa en la que vive Al Gore (casa, mansión, palacete... resumiendo, 930 metros cuadrados), consume 20 veces más energía que una familia de clase social media (normal que se fundan los polos).

Me voy a quedar, simplemente, en que si un documental acerca del cambio climático merece un Oscar y un Nobel, no quiero ni imaginar cuántas estanterías repletas de galardones debiera tener Greenpeace, que por cierto, no sólo graba vídeos para promocionarlos después junto a Leonardo DiCaprio, sino que realmente se pone las pilas -y se juega la vida- cuando hace falta. Pero, bien pensado, ¿quien quiere darle alas a Grenpeace? Porque a ver quién les para luego... Supongo que eso sí sería algo 'incómodo'.

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