viernes, 12 de octubre de 2007

La otra cara del Nobel

Como se suele decir, 'una de cal y otra de arena'. No estoy de acuerdo con el Nobel de Al Gore, pero bueno, tampoco estaba de acuerdo con el FIFA World Player de Cannavaro y no pasa nada.

El que sí considero un gran acierto es el Nobel de Literatura para Doris Lessing. Es síntoma de buena salud, especialmente en los tiempos que corren, el reconocer la lucha a favor de la mujer y la constante crítica por la situación en África que ha llevado a cabo esta escritora de 88 años.

No me gusta demasiado la discriminación positiva de la mujer, porque parece la Ley del Talión, pero me hizo gracia la afirmación de Lessing según la cual, antes un hombre necesitaba una esposa que se ocupara de todo para poder escribir un libro, mientras que ella no pudo escribir ninguno hasta que se deshizo de su marido. Lo dice como de broma, pero dejando entrever otras tantas cosas más.

En otra ocasión, alguien se molestó en ir a su casa para decirle que por muchos premios que le hubieran dado, nunca recibiría el Nobel. A ella le daba igual porque tampoco lo había pedido, así que cuando se lo adjudicaron ayer y se enteró por la prensa a la puerta de su casa, lo primero que hizo fue soltar pequeños gruñidos preguntando si era alguna pesada broma o qué. Carácter y claridad.

Por lo visto no fue la única sorprendida, y muchos esperaban otro resultado. Quizá, porque su obra cumbre ('El Cuaderno Dorado') data de 1962 , pero bueno. Como se suele decir, 'más vale tarde que nunca', ¿no?

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