La selección de fútbol

¿Dónde está el Dr. House cuando se le necesita? Esta semana tenemos un caso de los raros, de los que le gustan. Y es que esta vuelve a ser otra de esas semanas duras para la selección, no por el partido, que no deja de ser otro partido más, sino porque cada vez que se acerca un encuentro internacional, todo el mundo se rasga las vestiduras y echa fuego por la boca. Todo el mundo tiene claro que algo pasa con la selección, pero nadie sabe muy bien qué.

El diagnóstico diferencial presenta unos jugadores acomodados a la par que desmotivados. También se observan unos extraños corpúsculos nocivos dentro del organismo, léase Aragonés, Villar, o incluso Hierro (nunca entenderé esta moda de considerar a un ex-futbolista como la mejor opción a mánager). El entorno hostil en que vive el paciente tampoco ayuda a mantener estables sus constantes vitales (con la prensa como mayor agitador). En fin, que tenemos un cristo de caso.

Yo quiero romper una lanza a favor de este grupo de toca-pelotas, quiero decir, jugadores de balonpié. Vale que se espera mucho más de unas personas que se autodenominan ante todo profesionales y que cobrando lo que cobran por dar patadas, podrían mostrar un poco más de interés. Pero también es cierto que los Maltas y Liechtensteins de antaño ya no existen, que ya no hay electricistas en ningún equipo de fútbol, y que si ven que se las vas a endosar, te cascan una defensa de siete y ya puedes tocar la pelota, que lo que es el gol no lo vas a ver.

No obstante, dado que nos hemos cargado un poquito el espíritu competitivo del grupo con tanta polémica, pues no veo otro mal menor que un cambio radical. Nos dejamos de Albeldas, Niños Torres y Raúles, y ponemos a a defensa del Murcia, al mediocampo del Villareal y a la delantera del Espanyol. Ya verás como estos sí que corren. Y de entrenador, pues ponemos a tres o cuatro jubilados de estos que siempre están en las obras, controlando si el cemento tiene poca agua. Total, peor juego no va a haber.

Pero mucho me temo que la actual selección ha sido ideada para tener a chavales bien jóvenes, con vistas a que el mismo grupo dure mucho tiempo. Así que nada, pues sopa. Sea como sea, ya nos conocemos y sabemos que ganemos o perdamos, para el lunes se nos ha pasado, así que siga la selección como quieran los que la manejan, que nosotros, la gente del pueblo, prometemos volver a ser personas normales y educadas. Al menos, hasta la próxima semana de encuentros clasificatorios.