Graffitis

Lo de los graffitis es una movida. Se supone que es arte urbano, pero eso cuando es arte. En uno de estos reconocimientos del terreno madrileño que debo hacer estos días, me encontré en un parque de las afueras esta maravilla. Una de las más famosas portadas del National Geographic a tamaño 3x2 metros. Y rodeando a éste, en unos muros límitrofes del parque se podían contemplar otros tantos graffitis de lo más interesante. Pedazo de artistas.

Sin embargo, tampoco había que ir muy lejos para encontrar cutre-graffitis, esos que son una mala firma que intenta ser 'cool' muriendo en el intento, o una simple...estupidez antisistema que no viene a cuento. Papeleras, farolas, escaparates e incluso monumentos llenos de estos garabatos con los que se pretende marcar el territorio y con los que sólo se consigue manchar y molestar.

Y al final pagan justos por pecadores. Porque a gente como la que hizo el graffiti de la foto, podrían vivir del arte que crean. Sin ningún problema. Incluso podrían crearlo en zonas donde realmente pueda lucir, como lucía el David en mitad de Florencia. Pero por el momento, los chicos tendrán que seguir corriendo cada vez que viene la poli. Y siempre igual. Siempre gracias a los cuatro tocapelotas de turno.