jueves, 25 de octubre de 2007

"Alabaré, alabaré.."

Vaya, hombre, otra vez me ha pillado el toro. A un día para poder presentar una letra al concurso del himno de España y no tengo nada para deleitar a ésta, mi nación. Pff. De todos modos, se me ocurre que al ser una cosa tan de Estado, haré como en las elecciones y mandaré un folio en blanco, para expresar que yo quiero que el himno siga así, sin letra. Porque así es mas original. Y a la hora de cantarlo, que cada uno lo cante como quiera, con un "ni no no", un "ti ru ru", un "calla ooh" asturiano, un "veeeeenga, maaaaaaaja" charro de Salamanca o un silbo de la Gomera.

Pero parece ser que los deportistas quieren algo para cantar en sus encuentros. Ganan poco dinero, salen poco de fiesta y necesitan una motivación que les quite las ganas de pegarse un tiro porque esta vida es mu perra. Pues qué bien. El caso es que gracias a ellos o por su culpa, ya se ha puesto en marcha...la maquinaria y no se puede volver atrás. Sin aclarar si hay premio, si realmente se convertirá en himno oficial y todas esas cosas en teoría importantes, el ingenio español ha sido retado, así que ésto puede acabar de cualquier manera. Se supone que una vez elegido el texto (que tardará lo suyo), los primeros en ponerle pegas serán Rovira o Ibarretxe. Pero yo creo que seremos muchos más. Porque para gustos, los colores, y 40 millones de personas son muchas personas para ponerse de acuerdo.

Además, por lo que he visto, en los miles de millones de textos que han llegado, aparecen inexcusablemente palabras como "bandera", "sangre" y "libertad", por no hablar de "los que han muerto por España". Ésto en tiempo de guerra está bien, pero a estas alturas de la vida, pues no sé, no lo veo. Además, si como decíamos es para que canten los deportistas en las competiciones internacionales, lo de la sangre y los muertos yo lo descartaría.

Si queremos sintetizar lo que verdaderamente es España en cuatro líneas, qué menos que incluir las palabras "fiesta" (que podría rimar con siesta), "playa", "botellón", "toros", "futbolín", "mus", "no hay mus", "carril-bici", "2-copas-5-euros". Y por supuesto, todo el conjunto finalizaría con un sonoro "óle", vocablo que no significa nada, pero que curiosamente es el que mejor hemos exportado al extranjero.

Pero no creo que mi propuesta triunfe. Sobre todo porque la que decide quién gana es la SGAE, y ayer ya le di un par de palos en un comentario, así que nada. De todos modos, como dijo acertadamente Rajoy -oh, casualidad, que disfraces te pones de vez en cuando- estas cosas debiera llevarlas el Congreso y no la SGAE, pero bueno, casi que mejor porque así, los que queramos, podremos objetar del texto sin que nos tachen de querer romper España. Óle.

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