sábado, 24 de noviembre de 2007

Barrio Sésamo adulterado

¿Es la sociedad cada vez más sucia o son cada vez más sucios los ojos con los que vemos? Él caso es que en EEUU se va a relanzar la colección completa y original de Barrio Sésamo pero con dos rombos en portada. Sí, rombos de esos de 'cuidado que ésto no es para niños'. ¿Motivos? Diversos y variados, como que se puede entender que Epi y Blas son una pareja gay que vive en pecado o que el Monstruo de las Galletas es un yonki con síndrome de abstinencia. Si desde Europa decimos: "yo lo vi de pequeño y no me ha afectado en ese sentido"; desde EEUU dicen: "a ti igual no, pero mira cómo está el panorama a tu alrededor". Sólo les queda decir que lo que tenía Chema el Panadero en el traje no era harina, sino coca.

Opinión personal: pues que todo esto es absurdo, por supuesto. Si nos empeñamos, podemos sacar de contexto y poner dobles sentidos a todo lo que queramos. El problema no está en lo que vean los niños, precisamente los que menos van a malentender lo que ven, sino precisamente en los adultos, los que no saben distinguir los diferentes planos de una misma cosa. 'Barrio Sésamo' enseña colores y formas, no a ejercer hábitos perniciosos ni a redescubrir tendencias sexuales, por mucho que Epi y Blas duerman en la misma habitación. A nadie se le ocurre prohibir el estudio de la filosofía porque muchos de los pensadores griegos eran homosexuales, ¿no? Pues eso.

Es que además resulta contraproducente, porque cuantas más prohibiciones arrojen sobre el producto, más ganas tendrán los niños de saber 'what's wrong with this?'. Pero lo que más gracia me hace es el excesivo proteccionismo con unos niños que, cuando cumplan 21, más les valdrá haberse buscado la vida o el Estado no velará por su trabajo, ni su salud ni sus derechos. Éste es el sueño americano, un sueño muy plácido del que te despiertan a hostias.

No hay comentarios: