La Fórmula de la Felicidad

El domingo echan en Telecinco el último capítulo de uno de los culebrones más seguidos últimamente: el Mundial de Fórmula 1. Es la historia de amor-odio entre dos pseudo-hermanos que no reciben el mismo cariño de su pseudo-padre (ni de su pseudo... ni de Ecclestone, vamos), y que mantienen una lucha sin tregua, uno por recuperar su honor mancillado y otro por hacerse un hueco en el Olimpo de los diesel.

Se trata de una telenovela llena de pasiones, traición, amores no correspondidos y todos los elementos morbosos que nos tanto nos gustan. Incluidos los que llegan sin ser invitados, como el presidente de la Federación Española de Automovilismo, sin ir más lejos, que suelta joyas como: "Con lo racistas que son los ingleses y que tengan que apoyar a uno de color...".

Tonterías que no vienen a cuento aparte, la gente está ansiosa por ver si al final...ganan los buenos o los malos, porque aunque aquí todos tengan el rabo de paja, para la mayoría Alonso es la víctima, el repudiado, el blanco de todas las suciedades deportivas vistas hasta el momento; mientras que Hamilton es el hijo pródigo, el bientocado por todos (comisarios, jefe de escudería, jefe de la Fórmula 1, prensa internacional... excepto por su padre, todo sea dicho, que sólo está a su lado cuando gana).

Pero no olvidemos que por ahí está Cenicienta Raikkonen el tercero sin discordia (porque se la han quedado enterita los otros dos), el tapado que a lo mejor da el bombazo pero que tendrá la mala suerte de no ser reconocido por méritos propios, sino que pasará a la historia como aquel que jodió el mayor pique sobre cuatro ruedas habido y por haber.

Personalmente, me da igual quien gane porque ninguno me paga las facturas. El espectáculo ya se ha servido en dosis suficientes como para no quedar decepcionado a última hora (aunque si Ralph Schumacher le mete el morro a Hamilton y se lo lleva por delante, me iba a descojonar fijo). Eso sí, si gana uno u otro, que sea porque lo merece y no porque el mecánico le ha puesto mal la tuerca, que luego se nos queda mal sabor a todos además del recuerdo de un Mundial descafeinado.

Visto el éxito cosechado por la encuesta del blog, hoy simplemente pregunto si crees que habrá sorpresa de última hora. Thank U por adelantado y que gane ¿el mejor?.