El Banco de Comida de Nueva York ha lanzado una campaña promocional titulada 'Ponte de naranja!', que consiste en hacer uso de dicho color como muestra de solidaridad con los que pasan hambre en la ciudad, más de un millón de personas, según dicen ellos. Realmente ésta es la cifra de personas que atienden, y dado que sólo atienden a niños y mayores de 65 años, la cifra real de gente que pasa hambre en Nueva York puede ser bastante impresionante.
Algunos edificios de la ciudad, como el Empire State o la torre de Nasdaq en Time Square, colaborarán con la causa iluminando su fachada con luces anaranjadas durante toda la próxima semana, aunque dado que el Empire State cambia de color no-sé-cuantas-veces al año (Navidad, San Valentín, solsticios, equinocios...), pues tampoco parece un sobre esfuerzo por su parte, la verdad.
Para esfuerzo, el del Banco de Alimentos, que a pesar de... sufrir recortes de hasta 5.500 toneladas en sus reservas (que proceden de fondos federales, de la ayuda del Ayuntamiento, y de donaciones de empresas privadas), aún mantiene la ilusión de pedir colaboración a la zona rica de la ciudad, cuyos responsables -como si lo viera- dirán: "vale, me pongo de naranja pero no pidas nada más en lo que queda de año".
¿Y si en vez de gastarse las pelas en bombillas, invirtiesen ese dinero en contratar a algunos de estos pobres como personal de limpieza, por ejemplo? Porque en Nueva York la miseria le puede tocar a cualquiera: obreros, marineros, brokers y ejecutivos. Vamos, que no es por falta de capacidades. Así, una persona contratada podría mantener a otra persona más, lo que reduciría, por poco que fuera, el número total de gente que pasa hambre.
En fin, sé que es muy fácil hablar desde un blog y que la próxima vez que vea a un pobre volveré a pensarme, como siempre, si le echo un euro o no. Pero también es cierto que hay agentes sociales con bastantes más recursos que yo, que se lo piensan tanto o más que yo.
Así que ya sabes. Visita Nueva York la semana que viene si la quieres ver envuelta en bonitos tonos naranja. Si es por los pobres, no te preocupes, desgraciadamente seguirán por allí mucho más que siete días.
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