domingo, 11 de noviembre de 2007

El dopping (o el pacto con el diablo)

Novedad importante (sí es que se cumple) en el mundo del ciclismo. Adidas ha anunciado que no sólo deja de patrocinar al equipo T-Mobile, sino que estudia la manera legal de retirarse definitivamente del ciclismo debido a los continuos escándalos por dopaje.

Antes que nada, habrá que ver si ésto no es más que una especie de presión interesada (Adidas no deja de ser una empresa con sus propias estrategias), aunque en el caso de que Adidas cumpla su palabra religiosamente, ¿se convertirá en un precedente que anime a otras marcas a hacer lo mismo? ¿O Adidas volverá al redil tras comprobar que lo único que le reporta su moralidad son pérdidas económicas?

Sea como sea, con más o menos patrocinios, lo cierto es que las prácticas de dopaje seguirán siendo...la bestia negra del espíritu deportivo. Las propias autoridades antidopping reconocen que cada vez que se destapa una nueva sustancia se debe a la filtración de un investigador rencoroso y vengativo a quien, por ejemplo, no le han pagado lo convenido. Con esa impotencia te lo dicen.

Eso sí, dará mucho dinero a quien trafique con ello y dará alguna que otra satisfacción a quien lo consuma, pero como si de un pacto con el diablo se tratase, las contraprestaciones serán, sin duda, fatales. Al tiempo. Ahí tenemos a Bahamontes, campeón del tour en el 59 y demás historial envidiable, dando guerra a sus nietos con 89 años. A ver cuántos de los ciclistas de hoy llegan a decir lo mismo.

Las carreras son cada vez más exigentes, pero ya casi nadie sabe lo que es una pájara. Dicen que los estudios en dietética han avanzado mucho, pero... ¿tanto? No digo que se dopen todos, en absoluto, pero unos pocos desgraciados hacen desgraciados a otros tantos, que sin ser culpables ya son sospechosos. Todo triunfo es sospechoso. Los tramposos se cargan el juego, se cargan la emoción, se cargan el espectáculo y se cargan las ilusiones de los aficionados. Nunca entenderé al que accede a doparse, y ya no sólo porque le quita toda la gracia al asunto o porque es un modelo juvenil, sino por el propio deportista. No entiendo que alguien acepte ser traidor de sí mismo. Porque en el fondo somos lo único que tenemos y si ni siquiera nos respetamos a nosotros mismos, no quiero ni saber hacia dónde va todo esto.

Pero en fin. Un aplauso para Adidas. Ojalá hubiera más idealistas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

1."Las carreras son cada vez más exigentes, pero ya casi nadie sabe lo que es una pájara"
Poco ciclismo ves en la television... El hombre del mazo está presente en cada etapa de ciclismo en no pocos ciclistas. Las pájaras no son todas iguales, pero cualquiera que sepa un poco de ciclismo, o desde luego, cualquiera que lo haya practicado, te dirá que las pajaras son algo que está a la orden del día, y no solo en competición, también en entrenamientos.

2.<"Dicen que los estudios en dietética han avanzado mucho, pero... ¿tanto?"
Los estudios en dietética han avanzado una barbaridad. Creo que tienes algo difuso el concepto de pájara. Una pájara se produce cuando el organismo agota las reservas de glucógeno del cuerpo y se queda sin gasolina. Por eso hoy en dia, mimando la alimentacion y la bebida, es más dificil que te de una pajara y pierdas una hora en meta. Pero sigue siendo común que al finalizar la etapa, hayas consumido todo el glucógeno muscular y por no haber comido lo suficiente durante la etapa, llegue el señor del mazo y te quedes sin energías.

3. El doping incremente el rendimiento. Lo más comun son: epo, autransfusiones etc, para mejorar el aporte de oxigeno a los musculos. Esteroides anabolizantes para tener mas musculatura. Hormonas del crecimiento para lo mismo y mejorar la recuperacion, etc. Pero el doping no sirve para que no te de una pajara.

En fin, cumples fielmente el arquetipo del periodista que se mete en cuestiones médico-deportivas y patina de arriba a abajo. Más documentación, menos palabrería por favor. Gracias.

Mada dijo...

Normalmente suelo ser cortés en mis respuestas, pero dadas las libertades que te has tomado contra mi persona, pues… qué cojones, me las voy a tomar yo también.

Aplicando mi capacidad de síntesis a tu respuesta (por cierto, yo también agradecería menos palabrería y más concreción), puedo reducir tus puntos a:

1º. Todo el mundo tiene pájaras constantemente
2º. La dietética ha avanzado tanto (¿”mimar la comida”? ¿hablas así con tus amigos?) que ahora es difícil tener pájaras en carrera.

¿En qué quedamos? ¿Viene o no viene “el hombre del mazo” (en serio, ¿hablas así con tus amigos?). Tú mismo debiste darte cuenta de que lo primero no iba con lo segundo, y decidiste aclarar que bueno, que aún con todo te puede dar la pájara al finalizar la etapa. Entonces, ¿ha avanzado la dietética o no? Incongruencia número dos, a jugaaaaar.

3º. "El doping no sirve para que no te de una pájara".

Hay varios tipos de pájara, amigo ‘anónimo’ (vaya, parece que sí sé lo que es una pájara, waw!). La más común llega cuando el músculo trabaja casi sin oxígeno, produce ácido láctico y éste pasa a la sangre en proporciones demasiado importantes. Una de las tácticas del doping que tú mismo mencionas es la autotransfusión de sangre. Y ¿qué es eso sino reinyectar en sangre glóbulos rojos con una tasa de oxígeno mayor de lo normal? Una buena manera de reducir la pájara. Minipunto y punto para el periodista.

Y luego el que patina soy yo, ¿no? Permíteme parafrasearte si te digo que “cumples a la perfección el arquetipo del sabihondo que de vez en cuando sale trasquilado”. Entiendo que quieras sumarte a la actual moda dilapidar a todo periodista, pero vas a tener que currártelo un poquito más. Ahora si quieres me respondes, pero firma aunque sea con un nombre falso, que resulta un poco más honroso a la hora de soltar acusaciones.